6 poemas de Mayra Alejandra Izquierdo López


CUANDO SE ABRE LA PUERTA

¿Cuántas veces el ruido de la puerta al abrirse cambia y remite a otros tiempos?
Cuando el aire arrastra hasta con el recuerdo de la infancia no hay sol que lo detenga. Suelo recordar las zapatillas rotas y el beso amargo que deja una mala madrugada. Sé de los hilos que tejen la melodía de los sueños, son como hormigas desvanecidas por el mar, triunfantes al arribar a la orilla.
La ausencia del jardín florecido, cuando se aviva el seco, deja cicatrices en los ojos. Ahora la mirada es lejana, no se sostiene, es opaca.
Las ventanas se oscurecen en el día, perturban la llegada de la noche, es por esto que el sofá ha perdido su color, ya no tiene luz que lo cubra. Ha de ser porque todo lo que habitaba esta casa se ha ido a la penumbra. Ha de ser, porque los años han hecho un hueco en la mente y el alma. Es más grande ese agujero. La puerta se ha cerrado.


POEMA A LOS SENTIDOS

Las suelas de mis zapatos están desgastadas y aún no he aprendido a caminar.
Me asusta todo cuanto ocurre porque es señal de que estoy viva. Seguir haciendo piruetas en la cuerda a medio romper me ha debilitado, cada respiro es una fatiga.
Asumo mis gestos como el reflejo de lo que realmente soy, porque los labios fingen las palabras que la mente oculta. Mi mirada se ha fijado en un solo punto y los ojos no parpadean, creo que es porque direccionar los ojos hacia todos lados es no mirar a ninguna parte y sugiere engañarnos con el color extraño de la desdicha. Oler a ratos la muerte, a ratos la vida, me ha permitido conocer la duda de pertenecerme. Escuchar los gritos de la culpa, la ansiosa culpa, y escuchar el júbilo de la satisfacción que también es inconforme, es lo que me apacigua el peso de la simetría entre agonía y felicidad. Toco mis llagas con hastío, aunque sea lo único que me queda. Palpo las cenizas de lo que me reconstruye y se desvanece a carcajadas. Me absorbe cada día, me vuelvo reflejo de otros.


LA MANO EN EL HOMBRO Y DESPUÉS LA ESPALDA.

A veces la mayor sonrisa es la que menos da. Un fuerte roce de manos, un saludo tímido, basta.
Ponen la mano en el hombro y después la espalda. Ser cálido es remendar los pedazos que quedan de la cara, no fingir una caricia esquiva y filosa que procura el abrazo.
La mano en el hombro y después la espalda, cuando ya todo sobra y nada es infinito. Los látigos de la palabra, los verdaderos, reencarnan y suavizan las lijas que traspasan la piel y se esconden detrás de uno mismo.
La mano en el hombro y después la espalda. Las olas más leves también golpean, los cuerpos más fríos, los más deseados a través del llanto. Dejar de ser techo y ser cielo, dejar la luz y hundirse en el reflejo. Al fin, volvemos a estar solos. Sin más que la figura de lo que fue, sin la mano en el hombro, y seguro, con una sincera espalda. 


CICLO

El sol se ha pintado en las hojas y despunta un nuevo día.
Veo nada más cemento y muñecos que aún no completan su papel en este drama.
Los pájaros han alzado el vuelo y las ramas sacuden el sueño de sus alas.
No hay libertad si no hay valor; ni tampoco amor sin algo de duda.
El polvo que habita en los tejados se contiene ante la llegada del viento.
Pero, ¿cuál viento? Ya no hay viento.
Entonces asumo que deben conformarse con el ruido que deja el recuerdo.
Percibo vaivenes de colores, sonrisas, pasos, gestos, sabores… y algunas manos que no han reconstruido la confianza.
Presumo de mi alegría incompleta, de mis múltiples intentos, de hacer nada queriendo hacerlo todo. Celebro cada una de mis percepciones ingenuas, cada palabra dicha que ahora baila en el aire, el peso de la lluvia… todas las cosas, porque ha comenzado otra vez el día.


INCERTIDUMBRE

Sí. Hoy estoy de nuevo sola frente a la ventana por donde pasa el mundo y se me va la vida. Aquí estoy con la fe puesta en mi cuerpo y mi mente, mucho para no creer en nada. Hoy pasa otra semana, una tras otra, que se muestra día a día con el mismo semblante. Quiero pertenecerme y no estar atada a la monótona mañana, estar detrás de la puerta y ser yo quien pase sin precipitaciones. Volver del trabajo y encontrarme con una nueva versión de mí, reconstruirme y hacerlo cíclicamente, porque también hay que transformarse para avanzar desde adentro. No creo porque a veces eso es un consuelo frente a la desgracia, pero vuelvo a creer porque también me salva. Puedo verme internamente y mi anatomía no compagina con lo que veo en el espejo, no me sorprende ante la inconsistencia que me ha enseñado el tiempo. Me apresuro ante la caída de la noche, no me queda instante para terminar de descubrirme a ratos, porque sólo queda la incertidumbre del yo, quien seguramente justifica esta página.


AL AMOR

Encontrar las alas no es fácil si no se quiere aprender a volar. La libertad la demarcas con el  beso y el olor que desprende de tu cuello. ¿Y si los espejos que me ocultan habitan en tu regazo y me descubro a partir del cerco que me anidas? Entonces debo caminar en ti, a ver si encuentro en el recorrido la expresión de tu rostro que es la tierra que cultiva mi nombre y lo vuelve alimento. He aprendido a exhalar el perfume que procuran tus manos y me he reconstruido;  hacer día en noche te ha resultado fácil mientras se cae el cielo. Eres de los que se lleva el viento y queda impregnado, de los que apaga el fuego y quema, de los que hacen nacer el amor genuino, porque no pretendes ser inolvidable, sino un inquieto que remienda mis alas para  enseñarme a alzar el vuelo. 


Ilustraciones: Yuri Rodrigues


MAYRA ALEJANDRA IZQUIERDO LÓPEZ :nacida en Cereté-Colombia., poeta y licenciada en Español y Literatura de la Universidad de Córdoba. Directora del taller literario “Raúl Gómez Jattin” de Cereté, adscrito a la Red Nacional de Escritura Creativa RELATA del Ministerio de Cultura. Poemas suyos han sido publicados en la revista “Junta Letras”, en la antología 2011 y en la antología “Nuevos narradores y poetas del caribe colombiano” del Ministerio de Cultura, en la revista Mallarmargens de Brasil, donde fueron traducidos al portugués; así mismo, en varias antologías del Encuentro de Mujeres Poetas de Cereté y en la antología “Aguas con corrientes múltiples” de Argentina. Ha participado en diferentes talleres y encuentros literarios en el país, como también miembro activo del Encuentro Nacional e Internacional de Mujeres Poetas, evento que reúne a destacadas voces de la poesía nacional e internacional.


 
 

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